Lo cierto es que no soy de las que a los dos días te dicen te quiero, es más tampoco soy de las que al mes ya se han enamorado de ti. No suelo ir detrás de nadie, no me gusta chupar culos, y casi que prefiero que me busquen, aunque alomejor ni me encuentren. No te voy a seguir el juego de te quiero, no yo mas, no yo mas, que no que yo mas; ni de coña. No soporto que me digan princesa, ni cielo, ni amor, ni tonterias de esas. No aguanto a los críos. Ni se te ocurra llenarme el cuarto de petalos de rosas. Puede que odie las moñadas, pero una moñada al año no hace daño, recuerdalo. Una minima escenita de celos estúpida y no me vuelves a ver, pero si me ves mas cariñosa de lo normal con otro, hazte notar. Y hablando de eso, no intentes ponerme celosa porque acabaré riendome de ti, o si lo consigues, no creo que te gusten las consecuencias. Puede que lo des todo por mi, que te dejes la piel por hacerme feliz, y no lo consigas, y ni siquiera llegue a fijarme en ti. Puede que te comportes como el ser más gilipoyas de este planeta y a la cara te diga capullo, pero realmente este loca por cada centimetro de ti. Soy compleja. No busques un patrón para seguirme, porque ni yo misma soy capaz de hacerlo. Si te crees que me tienes, no te equivoques, no soy de nadie. No soy de las que quieren sin saber, a la primera, ni porque sí. Pero cuando quiero a alguien de verdad doy todo lo que tengo ,lo que no, lo que encuentro, lo que me invento y lo que improviso por él. Ah y sobretodo...no soy de las que se rinden.