Venga chico. Venga. Estropeálo. Pon en una balanza lo malo. Ponme a mi también ahi. No mires atrás si no quieres. Pero no me jodas. No me dejes ser solo a medias. ¿Por qué? Por que a mi no me engañas. Te conozco bien. Sé que te levantas pensando en mi. Que me buscas con la mirada al subir por las escaleras interminables. Que en un pequeño intermedio de distracción, un ápice de tu imaginación me busca y me lleva a vivir días increíbles o noches demasiado excitantes. Que cuando suspiras estas desahogando las ganas de volver al césped a besarme como antes. Y hay más creéme. ¿En quien piensas cuando suena una determinada canción? No te atrevas a negarme que todos los poros de tu piel estan pensando en mis manos, en mi cuerpo, en mi pelo, en mi olor. Que no te acuerdas de esos te quieros dejados caer accidentalmente en tus oídos. Estoy segura que en el trayecto de casa al colegio y al reves, te pones los cascos y dejas que suene la radio y te acuerdas de mi voz, de cuando te cantaba y casi podría atreverme a decir que una punzada te atraviesa el estomago. ¿Quieres que siga? Pues te diré más, no eres capaz de abrir un libro sin que se te junten todos nuestros momentos en las manos y no seas capaz de ver nada. Y acontinuación deambulas en silencio por tu habitación. Con la esperanza ciega de poder distraerte te conectas. Buscas por el chat, y ves mi nombre, tu orgullo, tu miedo, tu impotencia o tu silencio camuflado, te impide hablar. Y comienzas conversaciones banales cuando algo dentro de ti sabe que te mueres por saludarme. Y fruto de la impotencia y de la rabia te desconectas. Te tumbas en la cama y miras al techo, piensas en lo que aun no hemos hecho, lo que aun no hemos compartido, todo eso que aun queda, o que quedaría...Y algo dentro de ti insiste, pero lo callas, lo callas hasta que no dice nada. Con un poco menos de fuerza coges el movil, un fondo de pantalla antiguo, una foto de aquel día, quizás un delicado frescor te acaricie la cara, quien sabe. Y luego, ¿sabes lo que pasa luego? Que te duermes entre recuerdos y miedos, con mi cara como ultimo pensamiento y con el deseo de poder verme después...Y asi día tras día, casi podría atreverme a jurar, que me quieres un poco.